El título que nos ocupa queda lastrado por constantes problemas de cámara, de IA enemiga y aliada, y de una experiencia jugable excesivamente monótona y repetitiva. Su estilo de Hack and Slash puede deparar cierto interés para los aficionados del género, sin embargo es demasiado breve y monocorde como para poder recomendarlo.
En Knight's Contract seremos Heinrich, un caballero que goza de un sorprendente don para un videojuego de este corte: La inmortalidad. Con este apasionante punto de partida no tardaremos mucho en conocer nuestro talón de Aquiles, la bella Gretchen a la que deberemos proteger como si de un gigantesco guardaespaldas se tratara.
En los primeros compases de juego el título es ciertamente desconcertante a nivel argumental, sin embargo a los pocos minutos de partida descubriremos un sorprendente giro de acontecimientos -que por supuesto no describiremos- y por el cual comprenderemos del estrecho lazo que une nuestros destinos de forma irremediable.
Así pues los dos protagonistas son complementarios. En cuanto a lo defensivo él inmortal, ella vulnerable; en cuanto a lo ofensivo, él dado al cuerpo a cuerpo y ella poderosa en el manejo de los hechizos. A menudo tendremos que plantar cara a enemigos que no serán sensibles al filo de nuestras armas hasta que la magia los aplaque, de modo que el simultanear las habilidades de ambos será fundamental a la hora de salir victoriosos.
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